Un artículo de Quim Monzó ayer en "La Vanguardia" cita Wikipedia equiparándola con los alcaldes que crean blogs y no permiten comentarios.
Creo que deja patente que no conoce como funciona(n) la(s) wikipedia(s). Y equipara dos cosas que son muy distintas en varios aspectos.
Bueno, ahí va el texto...
Descubren la sopa de ajo
QUIM MONZÓ
LOS BLOGS DE LOS alcaldes o bien no permiten dejar opiniones o bien ponen un filtro
El sábado, Lluís Amiguet entrevistaba en la contra a Don Tapscott, "profeta de la wikieconomía". Para subrayar la importancia del mundo digital, Amiguet se preguntaba quién consulta hoy las enciclopedias de papel y confesaba que, a él, sin Google y Wikipedia hoy le sería imposible trabajar. Tapscott es de una opinión semejante, porque - según él- "todos" consultan las enciclopedias de la red, y da por sentado que "las enciclopedias se han hundido: la Enciclopedia Británica es hoy un dinosaurio varado en las arenas de la historia". "En cambio, Wikipedia, enciclopedia on line redactada por miles de colaboradores anónimos, se ha convertido en la obra de referencia más utilizada". Amiguet matiza que quizá no sea la más fiable, pero Tapscott no ve en ello gran problema. Debe de ser una de las ventajas de ser profeta.
Dos días después - anteayer, lunes- leí en El Periódico una noticia firmada por David Placer que me hizo pensar en la entrevista a Tapscott. Explica qué son los blogs, que una de sus características básicas es ser interactivos y que, por ello, lo normal es que los que los leen puedan dejar sus opiniones sobre lo que se dice. Lo interesante llega cuando explica que los blogs de los alcaldes de la metrópolis barcelonesa no permiten esa opción. Los alcaldes cuelgan sus textos, pero los lectores, o bien no pueden decir qué opinan de las propuestas de los alcaldes, o bien lo pueden decir previo filtro censor. Dice Placer: "¿La razón? Muchas veces se cuelgan mensajes desagradables o irrespetuosos".
¿Y? Muchísimos blogs y diarios digitales están llenos de insultos, desagradables e irrespetuosos, de falsedades y de mentiras, y siempre nos han hecho creer que ésa es parte de su esencia. Y resulta que los políticos abren blogs y eliminan esa posibilidad. Que corran los insultos, la falta de respeto y las falsedades no importa, a no ser que corran sobre los políticos: eso sí que no. O, al menos, no donde puedan controlar. El destacado del artículo de David Placer es la guinda: "Wikipedia (...) ha tomado medidas de seguridad con el alcalde de Barcelona. Hereu tiene un apartado en esta enciclopedia y sus editores han decidido que los usuarios no puedan hacer modificaciones del contenido de su biografía de forma automática. Este tratamiento también se aplica a personajes públicos polémicos o a entradas susceptibles de ser saboteadas, como países, equipos de fútbol o presidentes".
¿En qué quedamos, entonces? ¿No decían que precisamente la interactividad era una de las grandezas de la red? ¿No era ése el supuesto paradigma de la libertad total: la participación de todo el mundo, la democracia elevada al cubo? Si restringen el acceso a aquellas entradas que no quieren ver saboteadas, Wikipedia deja de ser una "enciclopedia on line redactada por miles de colaboradores anónimos" como asegura el profeta Tapscott, e instaura dos categorías: entradas susceptibles de ser manipuladas por cualquiera y entradas restringidas y bajo control, para vips. ¿Seguirá anunciándose como "la enciclopedia libre"? A este paso, cualquier día algún sabio nos dirá que para que algo sea riguroso y fiable - blogs y enciclopedias on line incluidos- hay que, primero, verificar quién lo dice, qué dice exactamente y con qué aval. Para ese viaje no necesitábamos tantas alforjas, ni que sean digitales.