Me parece una idea laudable, pero creo que hay que andarse con cuidado.
Las guías tradicionales de prestigio -p.ej. Michelin- siguen (o seguían) un sistema de barrido continuo de los establecimientos que evalúan (la empresa del ejemplo no recomienda, sólo evalúa, son enfáticos en ello). Alguna vez me ha pasado acudir a un establecimiento decadente, pero que está recomendado por alguna entidad que tal vez no lo revisó en una década. Por todo ello, pensad bien todo el esquema de trabajo antes de ponerlo en marcha.
Luis U